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Ski de Fondo

En la Reserva Forestal Magallanes

Este viaje ha despertado nuestros sentidos. Aparentemente, el viento y la nieve tienen una especie de sociedad. Juntos producen las más bellas formas en todo lo que encuentran; en el tallo de una flor, en los troncos y ramas de los árboles que parecen darte la bienvenida con sus brazos. Es grandioso ver cómo la naturaleza existe y se luce desnuda frente a temperaturas muy bajas, en las que los seres humanos necesitamos arroparnos usando tecnologías térmicas de vanguardia.

Estamos pensando en volver, sólo porque nos esperan con una cazuela en casa de la tía Yoli, lo que suena inmejorable. Comenzamos el retorno hacia el jeep entre risas, ya que durante el descenso, son inevitables las caídas debido a las pendientes y, a veces, levantarse puede ser un triunfo. Por fin llegamos, tomamos rumbo a la ciudad con una magnífica vista panorámica mientras retomamos la experiencia musical de alto volumen. Esta aventura ha sido mucho más de lo que imaginábamos. Ha sido ¡increíble!
Se nos extendió la invitación para el próximo fin de semana, así que... aquí estaremos.

Agradecemos a Franklin Pardón por la logística y por compartir sus fotografías con 
Revista Fin del Mundo. ¡Hasta la próxima!


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