Estamos lejos de todo, del mundo, del calor. Vivir en la parte inferior del mapa no es un asunto menor.
La lejanía sube los costos de todo lo esencial para la vida y de las comodidades que podamos conseguir, los viajes que deseemos hacer. Pero también conlleva beneficios. Disfrutamos de una paz única y de aires puros, de un contacto especial con la naturaleza, de magníficos sabores y de la visita de miles de turistas.
El Fin del Mundo... lugar único por donde navegantes y descubridores han explorado a pie, por mar y aire, quedando maravillados por la flora, fauna y geografía que se ha puesto ante sus ojos. Un lugar extremo de fuertes vientos e impredecible clima.
Quienes en esta tierra han nacido difícilmente podrían abandonar este lugar y quienes por razones de la vida o de trabajo han vivido aquí desean volver. Muchos se han inspirado en lo mítico de este lugar para escribir cuentos, poemas, canciones, obras y sueños y otros en recopilar hechos y objetos para escribir de su historia.