Gastón Navarro es el personaje del Fin del Mundo para esta edición. Quién no lo ha visto y quién después de leer esta entrevista no lo verá si va de camino por la Plaza de Armas de Punta Arenas. Este moreno de ojos pícaros y tiernos nos cuenta que este oficio lo aprendió a los 8 años, y que cuando llegó a Punta Arenas se instaló junto a su hermano sin pensar que la plaza se transformaría en un verdadero hogar.
Este chuncho (Sí, es de la “U”) se autodenomina “El único lustrabotas de Magallanes”, de hecho, dijo después “el único de la Patagonia”. No logramos confirmar este hecho pero lo que sí nos atrevemos a asegurar es que probablemente es el lustrabotas que más frío pasa en la Patagonia. Pero, si está lloviendo no se preocupe, él está preparado. Tiene una caseta de llamativo color amarillo que le protegerá del agua y le permitirá salir con sus zapatos brillantes.
En plena esquina del Banco Estado se encuentra todos los días Gastón, quien a las 8 de la mañana ya está vendiendo los primeros diarios a los transeúntes y automovilistas. Esa es su rutina ya por varias décadas y así comienza cada día. Después de los primeros diarios, comienza a “sacar lustre” y a vender posters y calendarios; aunque usted no lo crea está en acción constante, es un hombre muy ocupado, pero eso sí, sale temprano del trabajo, a eso de las 4 de la tarde.
Nació un 24 de diciembre en Castro, el año lo mencionó pero lo mantendremos en secreto. Cuando le preguntamos por algún suceso importante que recordara en su historia, nos trajo a memoria el impactante suceso de un hombre de origen croata que mató de un disparo a una mujer en la Notaría Vergara hace ya unos años. “Yo ví todo, sentí el disparo y el miedo alrededor, lo recuerdo bien ya que fue justo el día de mi cumpleaños”. Pero, no todo ha sido trágico, tiene el recuerdo de haber lustrado zapatos de importantes personalidades y tiene también sus divertidas anécdotas.