Por ello es que Ingenieros energéticos del Fin del Mundo están avanzando ya en conocer y evaluar este recurso natural, abundante, absolutamente limpio y altamente predecible. Pero tal como ocurre con la enorme disponibilidad de energía eólica por toda la región, el desarrollo industrial de la energía de las mareas hace necesario también visualizar cómo hacerla disponible hasta los centros de consumo de la región y del país. El hidrógeno de la electrólisis de agua se presenta como el gran combustible ecológico de la Sociedad del Futuro, que Magallanes puede aprender a producir, a usar y hasta, llegar a exportar.
Magallanes –la región de la energía– posee en la dinámica del mar otra fuente de crecimiento. Nuestra generación actual debe seguir avanzando en el conocimiento de la energía mareomotriz y, especialmente, en desarrollar y crear tecnologías para aprovecharla: ello será una garantía para asegurar el indispensable equilibrio natural del ambiente de la Patagonia, proteger las principales fortalezas del paisaje de nuestra región, y ayudar a reducir hasta anular, los efectos del Cambio Climático global, grave resultado de un uso poco sabio de los recursos naturales.